Es el caso de esta profesora, Rocío -ladronzuela guay donde las haya- que está tan encantada con este curso, que ha querido inmortalizar el paso de estos niños por su clase en forma de chapitas.
Después de los exámenes finales estos aplicados alumnos tendrán doble recompensa, un verano por delante de vacaciones y su chapita personalizada.
Nos encantan este tipo de encargos que dan tan buen rollo.
¡Hasta pronto, 1º-D!
Me encanta, me parece muy buena idea y es un detalle precioso ^^ A los nenes se les coge un cariño tremendo y luego cuesta mucho despedirse de ellos.
ResponderEliminarUn besote!
Claro que se les tiene que coger cariño, ¡si a veces los profes se pasan más tiempo con ellos que con sus propias familias! Y si es un curso bueno, con más motivo. Seguro que no se lo esperan y se quedan con la boca abierta. Muchas gracias por tu comentario, me alegro mucho que te gusten las chapitas. ¡Besotes!
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