Camiseta Tetris

Hubo una época en mi infancia que me encantaba este juego. Podía pasarme horas intentando encajar las dichosas fichas, mientras, y a medida que avanzaba de nivel, la musiquita iba acelerándose al mismo ritmo que yo. Y cuando estaba cerca del batir el record, aparecía esa maldita ficha que no sabía como cuadrar, y todo empezaba a ir mal, iban sumándose filas inacabadas, hasta que un terrible soniquete me anunciaba el fin de la partida. Me caía  una gota de sudor en esas ocasiones, la misma gota de sudor que le cae ahora a la dichosa fichita, a sabiendas de que no va a encajar entre sus compañeras.

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